miércoles, 12 de agosto de 2009

Principalcontenido
Una alternativa realista a la destrucción del Estado
Sáb, 08/08/2009 - 08:46 — Acratosaurio rex
La confusión impera en la cabeza de Choni, un chaval de 1º de ESO que pide que le explique en pocas palabras qué es el Estado y cómo podemos librarnos de él.
Choni, un Estado es una organización, y una organización la forman un grupo de personas que actúan para conseguir fines comunes. Una Iglesia, una Mafia, una Familia y una Pandilla, son organizaciones.
La forma del Estado es de pirámide, y dentro de él hay funcionarios y políticos. Los altos cargos del organigrama dan órdenes a los que están abajo, y los de abajo las obedecen (mientras cobren la nómina) para que las sufra la población.
El Estado tiene normas y Leyes. La Ley es lo que hace que un Estado sea “de Derecho”, pero como un Estado fascista y uno capitalista son de Derecho, al Estado Español se le llama “democrático y social”. Una vez llamado así, el Estado hace lo que se sale de los cojones si le parece oportuno. Por eso se dice que el Estado de Derecho es el derecho del Estado a actuar como le sale de las pelotas.
La finalidad de un Estado es lograr la obediencia de las personas que viven en él: control del comportamiento, y del pensamiento por tanto. De esta manera el Estado extrae de la población recursos (impuestos) o servicios (por ejemplo el servicio militar). Ese dinero lo redistribuye el Estado en lo que considera conveniente: pensiones, subsidios, sobornos, propinas, bombas… Para lograrlo el Estado reclama lo que se llama “monopolio de la violencia legítima”, que es la manera de ser “no violento” empleando la violencia. Así, si por desobediente la poli te abre la cabeza, o te pega cuatro tiros, el violento eres tú.
¿Qué pasaría si desapareciese el Estado? Nada malo. El mejor Estado es el que no existe, y el menos malo es el más incompetente. Si se aboliese el Estado español, de inmediato habría tres millones más de trabajadores para segar trigo y los ricos no podrían atender las peticiones de los pobres, con lo que renunciarían a ser ricos a estacazos (no habría monopolio de violencia). Eso sería estupendo.
¿Cuál es una alternativa realista al monopolio estatal? La competencia estatal. En el mercado capitalista siempre dicen que la competencia es fundamental. Hay, por lo tanto, que acabar con el monopolio del Estado. Si en un mismo territorio operan cuatro, seis o más estados, cada ciudadano podrá elegir a cuál pertenecer, o incluso podrá pertenecer a varios Estados, o a ninguno si eres anarquista. Así, en tanto llega el anarquismo circular y desaparecen todos los Estados, se acabarán los ridículos problemas nacionalistas y los ciudadanos podrán elegir el Estado al que servir libremente como esclavos. En Albacete uno podrá ser chino-sueco, y en Catalunya podrás ser esquimal-canario-somalí.
Muerte rápida, eficaz e indolora a todos los Estados. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

No hay comentarios: