sábado, 2 de marzo de 2013


Salvador tenia 25 años cuando fué ajusticiado. / ALBUM DE LA FAMILIA PUIG ANTICHEran las 9.20 horas de un frío y desapacible 2 de marzo de 1974. En la cárcel Modelo de Barcelona, un verdugo ejecutaba a Salvador Puig Antich con el garrote vil. Puig Antich, de 25 años, fue el chivo expiatorio del régimen para mostrar firmeza en un momento en que estaba herido por el asesinato del presidente, Carrero Blanco.
Un abogado y un productor llevan años empeñados en reabrir el caso Puig Antich. Sebastián Martínez Ramos, de 54 años, trabajó dos años en el despacho de Oriol Arau, el letrado que, junto a Francesc Caminal, defendió sin éxito la conmutación de su pena. Falleció en 1981 sin haber superado el trauma de la muerte de su defendido. El despacho de abogados formado por Martínez Ramos y Olga de la Cruz lleva desde noviembre de 2002, por encargo de las hermanas de Antich, el proceso para lograr la revisión en el Tribunal Supremo.

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