“Hemos explicado al pueblo sus condiciones y relaciones sociales. Le hemos hecho ver los fenómenos sociales y las circunstancias y leyes bajo las cuales se desenvuelven, por medio de la investigación científica hemos probado hasta la saciedad que el sistema actual es la causa de todas las iniquidades, iniquidades tan monstruosas que claman al cielo. Nosotros hemos dicho, además, que el actual sistema, como forma específica del desenvolvimiento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización, favoreciendo la fundación de un sistema cooperativo universal, que tal es el socialismo. Si una vez más ustedes imponen la pena de muerte por atreverse a decir la verdad, y los reto a mostrarnos cuándo hemos mentido, digo, si la muerte es la pena por declarar la verdad, pues pagaré con orgullo y desafío el alto precio”.
Este es un extracto del ‘alegato de defensa’ de August Spies, uno de los ‘Mártires de Chicago’, director del ‘Arbeiter Zeitung’ y miembro de la IWPA -Asociación Internacional del Pueblo Trabajador-. Spies tenía 31 años cuando el 20 de agosto de 1886 se defendía ante el Tribunal, poco antes de que fuera leído el veredicto del Jurado que incluía la condena a muerte para Lingg, Schwab, Engel, Fielden, Parsons, Fischer y el propio Spies , y a 15 años de trabajos forzados para Neebe.
Fue en 1884 cuando la Federation of Organized Trades and Labor Unions aprobó una resolución para establecer a partir del 1º de mayo de 1886 mediante una Vada Cheneral, en todo EEUU, las ocho horas de trabajo.
El 1º de Mayo de 1886 la huelga en los centros de trabajo se generalizó. La huelga paralizó cerca de 12.000 fábricas a través de los EEUU. En Detroit 11.000 trabajadores marcharon en un desfile de ocho horas. En Nueva York, una marcha con antorchas de 25.000 obreros pasó como torrente de Broadway a Union Square y 40.000 hicieron huelga. En Cincinnati un batallón obrero con 400 rifles Springfield encabezó el desfile. En Louisville, Kentucky, más de 6000 trabajadores, negros y blancos, marcharon por el Parque Nacional violando deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color. En Chicago que era el baluarte de la huelga, paró casi completamente la ciudad, 30.000 obreros hicieron huelga.
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