Nada es comparable con lo que logró la organización patronal gracias a los Pactos de la Moncloa firmados en 1977: nada más y nada menos que sostener un ejercito de 35.000 empresarios, todos familiares, amigos y allegados, "cargos de confianza". El nepotismo de esta organización, consanguinidad y filias es proverbial. Las luchas intestinas por el poder y su falta de democracia interna igualmente conocidas.
Su único fin es acaparar el sillón y asegurar puestos de responsabilidad tanto en empresas privadas como públicas que les permitan controlar la gestión de los recursos y adjudicar los distintos trabajos a sus propias empresas o afines. Finalmente conseguir el mayor beneficio para las empresa: subvenciones, conciertos y depreciación de contratos laborales.
Las empresas de la CEOE acumula alrededor del 70% de las denuncias por corrupción y son culpables del 80% de la evasión fiscal; problema causante del 25% del déficit anual que no interesa controlar.
La diferencias entre empresa y gobierno se desdibuja. El gobierno político lo forman empresarios y banqueros. Los políticos acceden a los consejos de bancos y empresas. Todo es uno. Pocos son los presidentes, ministros y consejeros que una vez salientes se han retirado. Los políticos, nacionales o regionales, ocupan su puesto en el cuadro de mandos empresarial.
Los pactos de la Moncloa propusieron un modelo "democrático" de organización sindical, y se encargaron de desarticularon el entramado de solidaridad social, desmovilizando a la población alzada durante el franquismo. Lograron la paz social gracias a la transformación de los sindicatos en en empresas y su control por medio de las subvenciones, igual que ocurrió en USA, UK o Francia.
Que existan 4.200 liberados sindicales es preocupante, ya que no son trabajadores, son políticos. Que los medios de comunicación y la sociedad les ataquen y rechacen socialmente, vista sus acciones es lógico. Pero que exista una legión de 35.000 liberados patronales quasidesconocida que gana unos 1000€ cada uno al mes solo tiene un nombre: manipulación ¡Pues claro, los medio de comunicación pertenecen a empresario!
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